Descripción
En el verano de 1986, William Dalrymple, que contaba entonces 18 anos, emprendió un largo viaje a Xanadú, el antiguo palacio de Kublai Kan cuyas ruinas se hallan en la estepa de Mongolia. Nadie las había vuelto a visitar desde la expedición británica que las descubriera en 1872. Dalrymple tomó el Santo Sepulcro, en Jerusalén, como punto de partida y recorrió miles de kilómetros a través de Asia. A modo de guía, llevaba consigo un manual de siete siglos de antigüedad: el libro de Marco Polo.